Parafraseando una conocida sentencia popular, hace alusión el polifacético escritor Alberto Vazquez-Figueroa, al proceso de descolonización que tuvo lugar en los años 60 y a la creación de más de una veintena de nuevos países en el gran continente olvidado, África. Su estudio y observación mostró que el 85% de los universitarios estudiaban derecho, mientras que en carreras técnicas eran menos del 5%. Teniendo en cuenta, su propia idiosincracia y poca facilidad para el cálculo, esto declinó hacia una eterna discusión en torno a quién debia gobernar. Como muy bien la historia nos revela, el resultado lógico fue el caos y posteriormente guerras civiles interminables.
Paralelamente, en una dimensión distinta, se encuentra en estos momentos nuestra querida España. La situación de incerteza diaria, casi diría de incerteza horaria, donde avanzamos vertiginosamente hacia el DEFAULT. Pero si analizamos la situación de transfondo, podremos sacar una serie de conclusiones, no necesariamente compartidas por las variopintas opiniones de los lectores. En primer lugar, la SOBREDIMENSION del Estado Público, que ha provocado la ineficiencia de sus trabajdores, la duplicidad de organismos estatales-autonómicos, el total descontrol en los presupuestos - que ha provocado un elevado endeudamiento a todos los niveles, de manera dramática a nivel local -. En segundo lugar, la poca o inexistente EMPRENDURIA fomentada y arraigada en nuestra cultura, donde existe poca aversión al riesgo, inversiones realizadas sin ningún estudio previo de rentabilidad y la búsqueda y comodidad de nuestros ahorrros en inversiones con poco riesgo- pero elevada rentabilidad- con dudoso fundamento ( Forum Filatélico, Afinsa, Participaciones preferentes, etc..). Todo ello unido a un mayor nivel de servicios sociales -asistencia sanitaria gratuita, infraestructuras, educación..- conocido como el Estado del Bienestar, que tanta lucha nos ha costado, pero que su exponencial factura, ya no se puede costear.
Todo esto batido y mezclado, junto a la corrupción existente en todas las capas de la sociedad, no solamente política, nos podría explicar, en cierto modo la situación actual en la que nos encontramos.
Por tanto, ahora es el momento de cambiar de mentalidad, de no buscar siempre el trabajo seguro y algunas veces "cómodo", de evitar "la cultura del pelotazo" tan arraigada en nuestro país, de no esperar subvenciones ni ayudas del Estado, de olvidar las rencillas y trabajar codo con codo conjuntamente porque ésta es la única via de solución a ésta angustiosa situación, puesto que habiamos creado un gigante, eso nos parecia, pero con pies de barro.
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