lunes, 5 de agosto de 2013

EL VALOR DE LA ESTRATEGIA MILITAR EN EL AMBITO EMPRESARIAL


Realmente la idea de aplicar la estrategia militar en el mundo de los negocios, arraigó durante la década de 1980. La intención, evidentemente, no era la destrucción del enemigo sino se pensaba que las estrategias de algunos grandes generales podían aplicarse al mundo del comercio, tales como planificación, organización de recursos y motivación de grupos humanos para alcanzar un objetivo concreto.

Uno de los más admirados fue Carl Von Clausewitz, jefe del Estado Mayor prusiano en la batalla de Waterloo, donde su tratado De la Guerra fue publicado póstumamente en 1832. En Alemania fue considerado un clásico y en EEUU fue admirado y seguido por el director ejecutivo de General Electric, Jack Welch, para dirigir la reforma de dicha multinacional, donde afirmaba que la estrategia forma parte del plan de guerra pero algunas veces hay que modificar los detalles sobre el terreno. Como bien resumió uno de sus directores ejecutivos, " los hombres no podían reducir la estrategia a una fórmula. La planificación detallada fallaba necesariamente a causa de las incidencias por el camino:los eventos fortuitos, las imperfecciones en la ejecución y la voluntad independiente de la oposición. En cambio, los elementos humanos eran primordiales: el liderazgo, la moral y la casi instintiva sabiduría de los mejores generales. Era la evolución de una idea central a lo largo de un continuo de circunstancias cambiantes".

Sin embargo, quien mejor plasmó el pensamiento de los directivos occidentales en el siglo XX no fue el militar prusiano, sino un general chino, dado que la obra le ganaba en cuanto a fuerza moral, altruismo y generosidad. Nos referimos a uno de los más referenciados, incluso en la gran pantalla, El arte de la Guerra, cuyo autor Sun Tzu, al igual que sucede con Homero, han llegado a dudar de su existencia, dada la costumbre de difusión, copiada y parafraseada, que se tenia en el hermético país. La obra era conocida desde el siglo IV a.C.y ya en el siglo I, fue una de las obras más comentadas en una reunión de expertos economistas, eruditos, militares y políticos con el fin de mejorar las finanzas imperiales. Entre los siglos XIV al XVII, salieron numerosas traducciones en lenguas occidentales. pero no fue hasta 1910 cuando llegaron a la clásica traducción de S.Griffith, que alcanzaron una importante mejoría.

Considerando la guerra como un asunto de vida o muerte para el Estado, Sun Tzu, seguia la formulación de que en los conflictos cuantos más vidas humanas pueden salvarse mejor, se afanó por encontrar el mejor medio para conquistar las plazas fuertes casi sin combatir y también planear el derrocamiento de un gobierno injusto con el menor gasto posible de sangre, de esta forma, afirmaba que el mejor estratega era aquel que tenía menos bajas propias y que forzaba al enemigo a buscar la paz también con el menor número de muertos. La combinación de inteligencia y astucia seria decisiva para lo que se denominaba la ciencia del disimulo. Cuanto mayor engaño se pudiera realizar de las fuerzas propia, más cerca estaría del triunfo. Otra recomendación era la simulación de trampas para que el enemigo creyera en ellas. Todo el arte de la guerra se basa en el engaño, por lo tanto cuando eres capaz, finge incapacidad; si eres activo, aparenta inactividad. Si estás próximo, haz creer que estás lejos; si alejado, has de creer que estás cerca.

Finalmente han surgido infinidad de tratados para directores ejecutivos, donde podemos destacar, Sun Tzu y el arte de los negocios de Mark McNeilly, en el cual se citan seis principios estratégicos:
1) Conquiste el mercado sin destruirlo. La confrontación frontal debe evitarse siempre que sea posible.La guerra de precios despiertan respuestas rápidas y agresivas por parte de los consumidores y todo el mundo se queda sin beneficios.
2)Procure evitar los puntos fuertes de su competidor y ataque sus puntos débiles.
3)Use los conocimientos previos y el engaño para multiplicar el poder de la inteligencia empresarial.
4)Use la velocidad y los preparativos para superar rápidamente a la competencia. La velocidad no es precipitación, requieres mucha preparación.
5)Use alianzas y puntos de control estratégico para moldear a sus competidores y lograr que se adapten a su voluntad.
6)Desarrolle su carácter como líder para multiplicar el potencial de sus empleados.

Por tanto, debemos resaltar que la estrategia empresarial es un elemento fundamental para la supervivencia de la empresa y que dichos autores siguen estando más presentes que nunca, como se parafraseó de Sun Tzu en la película Wall Street (1987) de Oliver Stone: " Every battle is won before it's ever fought"

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